Desde la inauguración de Piccola en 1962 hasta la de Luis Sancho Catering han transcurrido 45 años, un tiempo de evolución y maduración del negocio de una familia dedicada a la hostelería. De la mano de Emilio Sancho, su hijo Luis ha aprendido y mimado una tradición culinaria que ha sabido granjearse en este tiempo la fidelidad de los gaditanos y visitantes que han pasado por el local de la calle San José. De ahí surge Luis Sancho Catering. Más allá de la inversión económica, se trata de una inversión cimentada en la ilusión. Ilusión por una ciudad y por estar presente, ahora y en el futuro, en los actos sociales y empresariales de Cádiz. La apuesta por la ciudad se plasma en la rehabilitación y puesta en valor de un edificio situado en la calle Bendición de Dios esquina con Adolfo de Castro, lugar donde se sitúan una modernas instalaciones preparadas para el almacenaje y manipulación de productos naturales, base de los menús de Luis Sancho Catering.
En los fogones de la cocina se dan cita en una simbiosis perfecta gastronomía tradicional y moderna, y donde juegan un papel fundamental la materia prima gaditana y andaluza. Mariscos, pescados y carnes recién llegadas del mercado componen los ingredientes de los menús de la empresa, una carta variada y flexible, que se amolda a las necesidades del cliente. Los profesionales de Luis Sancho Catering dan así forma a una variada y personalizada carta, orientado según el tipo de comida a celebrar.
Es el colofón de un cuidado trabajo que comienza con el estudio del entorno de la celebración, los servicios y detalles necesarios para hacer inolvidable un evento festivo o facilitar un encuentro de trabajo. Tan importante es el menú a degustar como dónde y cómo se sirve la comidad, detalles que forman parte de las señas de identidad de Luis Sancho Catering.